El libro nos sitúa en el campo de concentración de Auschwitz durante la segunda guerra mundial.
Bruno un niño de 9 años hijo de un oficial nazi se hace amigo de Shmuel, un niño que siempre llevaba el mismo pijama de rayas, tenía el pelo rapado y vivía dentro de una alambrada. Los dos niños hablaban mucho sobre la diferente vida que llevaban cada uno en cada lado de la alambrada.
Así a través de una visión infantil descubrimos los horrores de los campos de concentración nazi.
El libro tiene un final sorprendente. Vale la pena leerlo.
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